jueves, 24 de diciembre de 2009

Pescando un novio

Hola a todos. Bienvenidos a mi blog, donde estoy segura de que encontraremos la solución ideal para cada problema del corazón. Empezaré por mostraros unos mensajes que he estado intercambiando esta última semana con mi primer "caso". Su mensaje inicial decía lo siguiente:

Jueves, 10 diciembre 2009

Querida Claudia:

Mi nombre es Paula y estoy segura de que necesito tú ayuda. Siempre me pasa lo mismo. Llegadas estas fechas me pongo a mirar a mi novio en plan evaluativo, y empiezo a replantearme nuestra relación cada diez minutos. Verás. José Antonio es un chico estupendo, me adora con el alma y tiene un mentón excepcional, pero está ese asunto de su afición a la pesca. Puede parecerte ridículo, pero me cuesta imaginarme pasando el resto de mi vida con alguien que opina que tengo un perfecto perfil de rodaballo. Quizás la cosa no fuese tan grave de no ser porque no puedo soportar el pescado. Sí, ese es mi gran secreto. Nunca lo he aguantado. Al principio no me importó fingir, pero cada vez se me atraganta más la dichosa lubina. El asunto es muy grave y requiere atención urgente, porque si los reyes me vuelven a traer otro juego de anzuelos temo que la situación pueda explotar.


Jueves, 10 de diciembre de 2009

Querida Paula: Gracias por tu mensaje.

Has acudido al lugar ideal. No te preocupes. Verás como, con mi ayuda, en pocos días Juan Antonio aborrecerá la pesca y todo quedará en una divertida anécdota. En efecto, vas a ser la primera beneficiaria del “Plan 7 días de Querida Claudia”. Diariamente estudiaremos los progresos que vayas realizando. Estoy segura de que serán importantes. Para empezar, lo primero que debes de hacer es explicarle tus sentimientos. En tu carta me dices que José Antonio y tú vais a pasar la semana en un pueblecito de montaña llamado Monachil. Es muy mono, yo estuve allí hace un par de meses y puedo asegurarte que son estas escapadas románticas las que hacen florecer una relación en crisis. En cuanto lleguéis, proponle un romántico paseo por el pueblo y mientras cenáis disfrutando de la gastronomía local, ábrele tu corazón. Ya que vas por el centro, aprovecha para pasar por la casa rural “La Pizpireta Montañesa”, que creo que me dejé allí unos guantes rosas.

Viernes, 11 de diciembre de 2009

Querida Claudia:

Han surgido un par de imprevistos. La escapada romántica se me está yendo de las manos. El pueblo, además de montaña, tiene río y por si fuera poco se nos ha colgado uno de los amigotes pescado-adicto de José Antonio. Un tal Teo que no se despega ni de mi novio ni de su caña. Algo falló en el plan de la cena. Yo le sugerí el asunto del paseo a la luz de la luna, y a los dos les pareció estupendamente, se embucharon sus botas y paseamos hasta el río. Respecto a la cena romántica, Teo se comprometió a tocar la guitarra un rato mientras nos tomábamos los triunfos del día, que, por cierto, tuve que cocinar yo con tomillo, que es lo típico del lugar.

P.D.: En la “Pizpireta Montañesa” no saben nada de tus guantes.

Sábado, 12 de diciembre de 2009:

Querida Paula:

Hay que ser más dura. Si el enemigo es fuerte, alíate con él. Mañana quiero que te unas al grupo de la pesca. Saca tu artillería pesada, ya sabes, una minifalda mona con tus botas de goma, una camisa a cuadros que da un toque muy rústico y no te olvides de tirar la caña con estilo. Ya verás como entre tus redes caen más que truchas. ¿Tienes algún plan especial para la cena del miércoles? ¿No? Aquí te mando una sugerencia que os puede unir mucho. A unos tres kilómetros de Monachil, hay una cafetería, “El Antigüo Tranvía”. Allí es donde de todas, todas tienen que estar mis guantes.

P.D.: No te pidas la tarta de manzana de la casa. Está muy seca.

Domingo, 13 de diciembre de 2009

Querida Claudia:

Lo único que pesqué ayer fue un catarro de órdago. No te doy detalles del lanzamiento de caña que hice pero sí te puedo sintetizar que hubo que darle un par de puntos a José Antonio. Menos mal que Teo es cirujano y le hizo un apaño muy coquetón.

Respecto a tus guantes, buenas noticias, están en mi poder. Pero yo diría que son lilas. ¿Un tono lubina fresca, quizá? Y se les ha caído uno de los botoncitos dorados.

Lunes, 14 de diciembre de 2009

Mira Paula. El que persevera, gana. Mañana tú te vas otra vez a pescar con los chicos. Busca la ocasión para que José Antonio pueda alardear enseñándote sus trucos. Ya sabes, los dos abrazados ensayando lanzamientos y esas cosas que se ven en las películas. Por la noche, desnúdale tu corazón mientras vuelves al “Antigüo Tranvía” ha devolver los guantes esos que te agenciaste ayer. Los míos son rosa chicle y no tienen botones. Además mira por donde los he encontrado esta mañana. Estaban en el armario de las bufandas.

Martes, 15 de diciembre de 2009

Querida Claudia:

No fue buena idea lo de pegarme a él, estaba encima de una roca muy estrecha y no sé exactamente qué pasó, pero el pobre acabó en el agua que al parecer estaba helada. Hoy tiene un febrón fenomenal. Menos mal que Teo hizo una hoguera en un abrir y cerrar de ojos y conseguimos reanimar a José Antonio. Teo y yo estuvimos charlando mientras devolvíamos los guantes. Él está de mi parte. Me entiende.

Miércoles, 16 de diciembre de 2009

Paula. A ver si espabilas que se acaban vuestras vacaciones. El “efecto enfermera” nos va a venir fantástico con José Antonio. Ya sabes, entre aspirina y aspirina lanza mensajes subliminales.

Por cierto, ya que estás por ahí. ¿Te importaría recogerme unas tazas que dejé encargadas en “La tetera feliz”? Es una tienda muy típica y no creo que debas perdértela.

P.D.: Comprueba que no tengan ningún desconchón.


Jueves, 17 de diciembre de 2009

Querida Claudia:

José Antonio me ha echado de la habitación en dos ocasiones. Está de un humor muy delicado. No lo culpo, la fiebre le ha aumentado porque uno de los puntos se le ha infectado. Pero se le haya infectado lo que se le haya infectado no es excusa, como dice Teo, para culparme a mí de su sarpullido. ¿Cómo iba yo a saber que es alérgico a la aspirina? Teo y yo nos hemos ido a por tus tazas, para quitarnos de en medio.

Viernes, 18 de diciembre de 2009:

Paula, Espero que te vaya bien, no he podido leer tus progresos porque me he ido a esquiar con mi amigo Joaquín. Este asunto me está poniendo muy estresada. La nieve era una delicia. ¿Opera Teo varices?

Sábado, 19 de diciembre de 2009

Querida Claudia: Me alegro de que estés disfrutando. Procura relajarte. Teo y yo, te agradecemos de todo corazón lo que has hecho por nosotros. Estos días nos han hecho darnos cuenta de que somos como el anzuelo de mosca y la trucha enana. Es decir estamos hechos el uno para el otro. Eres un fenómeno. Además, llevabas toda la razón, ahora José Antonio odia la pesca.

P.D.: No, Teo no opera varices, pero José Antonio, que es de vascular, sí.

Domingo, 20 de diciembre de 2009

Querida Paula:

De nada, de nada. Os deseo toda la felicidad del mundo.

En cuanto puedas mándame el teléfono de José Antonio, que quiero consultarle por unas venitas que me han salido en la pierna derecha. Eso sí, adviértele de que no quiero ningún trato de favor.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Buenísimo XDDD!!! Yo tengo una amiga que también te encarga cualquier cosa cada vez que vas a un sitio. Ja, ja, ja!

Nómada del Mundo dijo...

He disfrutado con tu relato muchísimo, sobre todo, porque para mí me es muy difícil escribir irónicamente, y tú lo has hecho a la perfección.

Volveré a buscar tus letras, a la vez, que te invitoa las mías.

Un afectuoso saludo.

Anónimo dijo...

Querida Claudia: dos preguntillas de nada:

¿Qué haces para pescar novios como uvas en nochevieja?

¿Y qué hace una cuando el novio de tu mejor amiga, se convierte en el esposo de tu prima y a tí lo que te gustan son los calamares?

Esta segunda pregunta es muy importante para mí, así que te agradecería me tomases en serio, porque me lo ha preguntado una vecina que ha leido Daniela en cuarto menguante y curiosamente sólo habla de Arturo.

Un beso

Daniela dijo...

Querida Luisa, nunca dije que la consanguinidad no contase. Estudiaremos tu caso en el próximo "Plan en 7 días" de Querida Claudia. Los calamares son un tema delicado y hay que tratarlos con tacto.

Anónimo dijo...

Esperamos impacientes!!!...el calamar y yo,digo:)

Anónimo dijo...

Los calamares tienen relaciones sociales muy complicadas, y un lenguaje de comunicación la mar de complejo. Estoy seguro de no se dan pocos líos amorosos entre ellos

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